La búsqueda de una solución
No estaba listo para rendirme, así que, como muchos dueños de perros, probé todo: masticables dentales, aditivos para el agua e incluso limpiezas profesionales.
Comencé con juguetes para masticar comercializados como “eliminadores de placa”, pero apenas sirvieron y mi perro perdió el interés rápidamente.
Luego probé aerosoles dentales, que prometían un aliento fresco y encías más sanas, pero los resultados fueron temporales en el mejor de los casos.
Incluso probé una pasta de dientes especializada para perros y cepillos de dientes tradicionales, pero el proceso fue complicado, estresante y frustrante tanto para mí como para mi perro.
Las limpiezas profesionales eran la última opción, pero el costo era altísimo y el estrés de mi perro hacía que fuera difícil justificarlo.